Siempre frente a un nuevo proyecto, el primer cometido que se desarrolla en el estudio es captar qué espera el cliente de nosotros en dicha intervención, es decir, saber reconocer y comprender qué requisitos hay implícitos en el proyecto.
Esto supone tener una comunicación efectiva y clara con el cliente para profundizar en sus objetivos, expectativas y necesidades. Así será más fácil planificar y ejecutar el proyecto de manera efectiva. De esta forma, nosotros tratamos de ir un poco más allá, anticiparnos y no solo darle al cliente una respuesta a sus necesidades; siempre nos gusta dar un plus, lo que en el estudio denominamos el “Wow Factor”.
Esta primera tarea siempre se complementa con una toma de datos, que dependerá de la tipología del proyecto. De esta manera, toda la información recopilada nos proporciona una base sólida para tomar decisiones fundamentadas, con sostenibilidad e innovación tecnológica.
Sí, obviamente seguimos un proceso genérico, aunque este proceso se adapta a cada uno de nuestros clientes, y por tanto a cada de proyecto.